El patoterismo es un neologismo que lamentablemente debemos incorporar los argentinos.
Desde el gobierno se tomó por costumbre que un Jefe de Gabinete de Ministros nos prepotee, nos insulte, nos agravie o nos descalifique.
Cuál es la consecuencia? Les doy dos opciones:
A- La sociedad en su conjunto condena este accionar
B - La sociedad adopta este proceder
Si su opción fue A, lamento decepcionarlo..........Y lo lamento profundamente.
Hoy cualquier empleado suyo lo va a juzgar desde el vamos: su posición económica, su matrimonio y el manejo de su empresa. Y por encima de todo lo va a "patotear".
Si tiene que comunicarse con cualquier empresa, olvídese de que Ud. es un cliente, o que prestan un servicio!
Por ejemplo en Claro, fui a reclamar por enésima vez a un centro de Atención al cliente, que mi modem móvil no registraba la carga en pesos que hice un mes atrás: 1º se les cayó el sistema después de tenernos 40 min de espera y salieron a exigir : abandonen la sucursal, frente a la queja mía y de otros, la respuesta fue," venga en otro momento y si no puede joderse" literal.
2º Volví cuando tenían sistema a revoleales el modem: allí me dijeron que estaba loca y que el módem funcionaba que no les hiciera perder tiempo con mi incompetencia.
En su familia, su hijo no lo manda a Ud? No lo juzga permanentemente? No le dice lo que debe hacer? Aunque se trate de un hijo de 12 años?
Familias..................por opinar en este blog, mi tía me tildó de resentida social y de mediocre........
AHORA BIEN DE ARGUMENTAR, NI HABLAR
DE DEMOCRACIA ..................NONES
DEL DERECHO AUNADO A LAS OBLIGACIONES .............LEJOS
DEL RESPETO, NO QUEDÓ NADA
Entonces, miremos y escuchemos con mayor atención a nuestro Jefe de Gabinete de Ministros PARA CONCIENTIZARNOS DE LO QUE NO DEBEMOS HACER.
Execelente reflexión, para terminar con esto de "los malos" son los otros... La mala conducta y la irresponsabilidad se esparcen rápidamente, y por cada mal ejemplo exitoso, nacen mil émulos.
ResponderEliminarCreo que tenemos la obligación moral de dejar nuestro rincón cómodo y resistir, desde las ideas y, más aún, desde las conductas.
En cuanto a la tía, quién necesita una? yo viví casi 50 años sin tías...y todavía respiro...;)